Entre los elfos del bosque a los guerreros más duros y resistentes se les da la responsabilidad de proteger y custodiar los sitios más sagrados. Para este cometido son pertrechados con las mejores armas y sobre todo armadura que puedan necesitar. Las armaduras elficas tienen la misma finalidad que cualquier otra, pero han de facilitar el movimiento y ser ligeras. A tal efecto se componen de piezas sueltas y láminas de bronce que se combinan con piezas de cuero endurecido.
Cuando tienen la ocasión estos elfos gustan de armarse con grandes espadas de corte poderoso, parecidas a grandes machetes, que son usadas tanto a una como a dos manos, siendo armas de un poder destructivo impresionante.