La inquisición es un cuerpo independiente dentro de la Ecclesia y sus funciones son bien conocidas. Muchas veces la inquisición ha de perseguir y juzgar con severidad. Los acolythus son el eslabón más bajo de la jerarquía de la inquisición. Han de proporcionar soporte de todo tipo a sus superiores, desde interrogatorios, juicios, combate o liturgia. Como miembros de la inquisición se les supone la fe más ardiente y la más férrea determinación de erradicar la herejía.
La compañía de los "Cráneos Blancos" como vulgarmente se conoce a estos sureños mercenarios, está compuesta por guerreros devotos seguidores de las enseñanzas del mítico San Tizian. Diestros soldados que portan con orgullo como muestra de su grandeza los cráneos de los más duros enemigos derrotados en combate. Lo que a muchos les resulta un macabro trofeo estos apreciados mercenarios lo lucen con orgullo, llevando a modo de antifaz los cráneos blanqueados de sus presas. De tal forma cualquiera puede ver la destreza del soldado, los novatos que aún no se han cobrado ninguna vida cubren su vergüenza pintándose la cara a modo de cráneo con pintura. Estos mercenarios se venden al mejor postor, sin embargo, sienten predilección en luchar bajo el estandarte de la Fe.