Estos monjes son los más fervientes seguidores de Ulvr, dios de la guerra, el invierno y protector de las tierras de Wulfland.
Los religiosos de Ulvr siguen fielmente el estilo de vida y las enseñanzas de Ulvr, practican la feroz lucha como así promulga el Dios del Lobo.
Son guerreros solitarios, ascetas y místicos que a veces se suelen dejar ver, vagando por los bosques y montes nevados, cubiertos de pieles, lucen con orgullo el símbolo del lobo.
Siempre voluntarios para prestar su ayuda en las armas, estos fieros monjes guerreros son los primeros en entrar en combate.