Los jóvenes de Wulfland se lanzar valientemente al combate esperando así, demostrar que son dignos guerreros.
Los jóvenes han de pasar el rito de Stogr, para poder ser confirmados como guerreros a ojos de Ulvr, y así después raparse la sien y dejar crecer sus barbas con orgullo.
Los jóvenes guerreros suplen su falta de experiencia con la ferocidad propia de aquellos que tienen algo que demostrar, ansiosos por entrar en combate.